Iglesia de San Bartolomé Apostol
La iglesia de San Bartolomé Apóstol es sencilla, con cabecera y nave única, cubiertas ambas con bóvedas de crucería que se manifiestan al exterior en potentes contrafuertes. Data del siglo XV, es de estilo gótico isabelino.
La entrada está definida por un arco de medio punto, con decoración de bolas y enmarcada por un alfiz con las mismas bolas en la parte interna y sobre el que se sitúa un pequeño doselete con una imagen de la Virgen hecha en alabastro.
En el interior destacan las nervaduras de sus bóvedas de crucería, sus retablos barrocos de los siglos XVII y XVIII, el crucifijo sin brazos del siglo XVI, el púlpito de madera policromada y un órgano fabricado en 1643 y restaurado en el siglo XVIII.
Imágenes destacadas son la figura de San Esteban del siglo XVI, la de San Bartolomé del XVIII y la de San Pedro Bautista, abrazando la cruz y las lanzas, símbolos de su martirio.


Ermita de Nuestra Señora
de Gracia
Dedicado a la patrona de Villarejo, está realizado en sillería de granito, y con una bella fachada, porticada, simétrica y bien proporcionada. Llaman también la atención los capiteles de las columnas del pórtico.
Ermita de San Antón
Sabemos de la devoción que se tenía en la Edad media a este Santo cuya orden cuidaba de los enfermos del «ignis sacer» el fuego sagrado, llamado así por producirse un enrojecimiento de los afectados por la frecuente intoxicación en la época con el cornezuelo del centeno. Es un santo con San Sebastián y San Roque a los que se erigían ermitas a la entrada de los pueblos para proteger de determinadas enfermedades a sus habitantes.
La ermita es de planta cuadrada erigida con sillares de granito y con tejado a cuatro aguas que está adornada con un pórtico sobre dos columnas en la entrada.
Destaca en su interior el bello altar de cerámica talaverana del siglo XVI. No sería de extrañar que el autor coincidiera con alguno de los que hicieron los paneles de la Vida de la Virgen en la basílica del Prado de Talavera.
