
Sacramento de la
Confesión
La Confesión, faro de reconciliación en la vida del creyente, es un precioso encuentro con la misericordia divina. En este sacramento, se revela la oportunidad de sincerarse, reconocer nuestras faltas y recibir el perdón de Dios a través del acto humilde de confesar nuestros pecados. La confesión no solo es una experiencia individual, sino también comunitaria, pues al reconciliarnos con Dios, fortalecemos los lazos fraternos. Así, este sacramento se celebra dentro de la comunidad de fe, recordándonos la importancia de la humildad, la reparación y el retorno constante al amor redentor de Dios.
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La celebración de este sacramento se realizará al comienzo y al final de todas las celebraciones feriales bajo petición del feligrés.
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En cuaresma se celebrará un acto de vigilia penitencial donde se ayudará a la comunidad a hacer un examen de conciencia profundo para poder reconciliar su corazón con Dios.
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En cualquier momento se podrá solicitar la confesión personal al sacerdote.